Durante el Segundo Imperio, Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, introdujo la moda de la superposición de faldas, sostenidas por aros de hierro, con volantes y pliegues en cuello y mangas. Los hombres usaban frac, un chaleco (gilet) con una bufanda anudada al cuello y pantalón largo; en 1805 se introdujo una casaca corta sin faldones. Pertenencia a una categoría biológica.