Las primeras -también llamadas hoses o chausses- llegaban hasta las rodillas, mientras que los calzones o braies eran hasta los tobillos. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. En la fase final de esta etapa surgió el vestido a la polonesa (robe à la polonaise), un vestido tipo Mantua abierto por delante, sobre una falda ancha sin miriñaque, con pliegues en la parte posterior de la cintura; la falda exterior se remangaba en tres secciones sujetas a las caderas con botones y cordones de seda.