Los ataques eran constantes y de una severidad tal que lo llevaban incluso a quedar postrado días enteros. Restringió sus posibilidades de hacer deporte, chandals psg actividad que le apasionaba y que igualmente practicó aunque muchas veces sus amigos debían cargarlo para volver a su casa. Limitó sus posibilidades de ir a la escuela, a la que recién ingresó en 1937 cuando tenía ocho años comenzando en segundo grado (saltando primero inferior y superior).