Una serie de ellos son tónicos, esto es, poseen acento de intensidad; otros no: son átonos y se apoyan para sonar en la palabra siguiente o anterior, por lo que se les llama clíticos; en la ortografía española los pronombres átonos se escriben adheridos al verbo si vienen después que él, pero no se hace así si están situados antes: «Dáselo» o «Se lo da». Fue un estilo eminentemente decorativo, con influencia del arte africano, la xilografía japonesa y el antiguo Egipto, que produjo unos diseños basados en formas geométricas, zigzags, espirales, formas escalonadas y trapezoidales.