Al tiempo, incorporó nuevos productos, como las chaquetas motorista, los tops, las mallas de rejilla, los pantalones de PVC y los shorts de tweed. También se empezó a valorar las condiciones laborales del personal encargado de la producción de prendas de moda, muchas veces en fábricas del tercer mundo que desarrollan su labor en condiciones pésimas. En 1987 fundó su casa de costura Christian Lacroix, creador de la falda pouf o falda de globo, así como faldas estilo miriñaque y vestidos bustier que pusieron de moda de nuevo la silueta de reloj de arena.