Los viajes de Guevara significarían una experiencia social y humana, que lo pondría en contacto con los trabajadores y los sectores populares de la Argentina y América Latina, y finalmente lo llevarían a integrar el grupo guerrillero que realizaría la Revolución cubana. Estando en Buenos Aires, Ernesto Guevara comenzó a viajar precariamente, a dedo, bicicleta o en moto, con poco dinero, cada vez más lejos.