Fue un intento de crear una moda nacional alejada de los dictámenes de la moda francesa. Aquí, la alta sociedad tenía predilección por la vida campestre, por lo que buscaban una indumentaria que fuese cómoda para el campo a la vez que elegante. En esta época comenzó a despuntar la moda estadounidense, chaqueta barça que empezó a buscar arquetipos propios alejados de las directrices europeas. Otro exponente de la moda nipona fue Kenzō Takada, establecido en París, que destacó por su uso del color y los estampados, con gusto por los elementos folclóricos.