Esta posición diferenció su pensamiento del socialismo europeo o soviético, más relacionado con la importancia de la clase obrera industrial, y lo acercó a las ideas maoístas. Su vida allí fue difícil, contradictoria y compleja, con respecto tanto a su vida personal como a sus ideas y la definición del papel que deseaba representar. Sin embargo, partiendo de esta primera necesidad, con el tiempo el vestido adquirió un carácter estético, por cuanto reflejaba el gusto y el carácter de su portador, y se fue convirtiendo en un adorno más de la persona, sujeto a los cánones de la moda y del devenir artístico de cada civilización.