En Latinoamérica, los procesos independentistas fomentaron la formación de nuevas identidades culturales, que incluían la vestimenta como signo de identidad nacional. Entre los modistas del momento destacaron Jacques Fath, Hubert de Givenchy y Pierre Balmain, así como el español Cristóbal Balenciaga, que fue un referente hasta su retirada en 1968, con treinta años de trayectoria en que probó todos los estilos, donde demostró su intuición y afán de innovación, chaquetas del psg así como gusto por los golpes de efecto.