Lo austero del vestido se suplía con múltiples adornos, tanto en hombres como mujeres, como collares, aretes, diademas, charreteras de oro y perlas, ceñidores de muslo, aros de oro para antebrazos y pantorrillas, chándal del parís saint germain etc. Durante la Edad Media, en la que ganó preeminencia la clase guerrera, se impuso una moda más sencilla: los hombres llevaban un traje (hitatare) de chaqueta corta y pantalón largo. Lo lleva hasta el Lido, un hotel de su propiedad, es una nueva idea de hoteles populares y le dice que esa noche lo embarcarán en un carguero que zarpará a España con un cargamento de víveres.