Se valoraba cada vez más la funcionalidad, el uso de una vestimenta que, sin renunciar a la elegancia, fuese práctica. También en estos años empezaron a popularizarse entre la juventud los pantalones vaqueros, que se asociaron a la nueva música rock’n’roll -con la estrella Elvis Presley- y a una imagen de rebeldía juvenil, gracias a películas como The Wild One (1953), protagonizada por Marlon Brando, y Rebelde sin causa (1955), con James Dean.